¿Dolor de cuello o tensiones frecuentes?
El dolor de cuello tiene muchas causas. A menudo está provocado por tensión o calambres en los músculos del cuello, adherencias en el tejido fascial, estar tumbado o sentado de forma incorrecta, estrés o incluso un resfriado.
En accidentes de tráfico o caídas, también pueden ser síntoma y consecuencia de un latigazo cervical o de fracturas vertebrales. En cambio, los procesos de desgaste como la artrosis o las lesiones discales (por ejemplo, una hernia discal en la columna cervical) son más bien raros.
Síntomas comunes de la tensión cervical:
- Dolores de cabeza, migrañas
- Cansancio
- Mareos
- Zumbidos en los oídos (tinnitus)
- Náuseas y vómitos
- Trastornos visuales
- Fiebre
Si experimenta molestias como hormigueo, ardor o entumecimiento, algunos nervios podrían estar irritados o dañados. Es aconsejable consultar al médico lo antes posible para descartar una posible hernia discal en la columna cervical. Diversas enfermedades víricas también pueden causar rigidez cervical.
Sin embargo, las causas más comunes son una postura incorrecta y, sobre todo, el estrés de la vida cotidiana.
¿Qué se puede hacer?
La terapia adecuada para el dolor de cuello depende generalmente de la causa. Las aplicaciones de calor como el fango, la luz roja, etc. pueden aliviar los síntomas, pero sobre todo los masajes suaves y la relajación de las estructuras de la fascia suelen proporcionar el alivio más eficaz.
La terapia de reequilibrio de la fascia es un método de masaje suave para liberar la fascia y la tensión muscular. Junto con la reflexología, es el método que más utilizo para aliviar a mis clientes.
Por supuesto, a veces se recurre rápidamente a analgésicos o antiinflamatorios, pero se trata más de un tratamiento de los síntomas que de las causas, sobre todo en el caso de tensiones provocadas por el estrés y las posturas incorrectas. Siempre merece la pena trabajar con el médico y el terapeuta corporal para encontrar la causa antes de que los síntomas se vuelvan crónicos y, por tanto, más difíciles de tratar.
Importante: Si los síntomas persisten durante más de 3 meses y no se tratan, suelen convertirse en síntomas crónicos que sólo pueden tratarse con mucho esfuerzo, tiempo y paciencia. Así que no esperes demasiado para adoptar medidas iniciales como el tratamiento.
Averiguar las causas y cambiarlas
- ¿Está acostado correctamente?
-> Aquí, la almohada y posiblemente también su colchón deben ser revisados
Consejos:
En muchas tiendas de muebles y colchones te pueden aconsejar e incluso probar una almohada.
En cuanto a las almohadas, recomiendo invertir en una buena almohada or topédica cervical. Por experiencia personal y como terapeuta corporal, confío en las almohadas cervicales ortopédicas CLASSIC y DELUXE de la empresa suiza Witschi, por ejemplo. Llevo más de 20 años durmiendo perfectamente con este modelo. Por supuesto, ya voy por la tercera, porque las almohadas, como los colchones, deben sustituirse al cabo de unos años.
- ¿Está sentado correctamente?
-> Una postura erguida es lo más importante. Ajuste la altura del asiento y de la mesa para que los codos formen un ángulo recto con la mesa en posición erguida. Cuando trabajes con el ordenador, el borde superior de la pantalla debe estar a la altura de las cejas.
Consejos:
Revise su silla de oficina y sustitúyala por una versión más ergonómica si es necesario. Lo mejor es pedir consejo en una tienda especializada en espalda. Personalmente, he tenido muy buenas experiencias con el cojín de asiento hinchable de Sissel. Permite una postura erguida natural y la columna vertebral se mantiene en movimiento, a diferencia de la postura estática. En general, sin embargo, es aconsejable cambiar de una postura sentada estática a una dinámica y móvil varias veces al día, trabajar de pie más a menudo y hacer pausas de movimiento (por ejemplo, con ejercicios de estiramiento).
- ¿Qué te agobia? ¿Qué circunstancias le desequilibran?
-> El estrés y la tensión son una de las causas más comunes del dolor de hombros y cuello. Así que no es sólo nuestra postura la que está en juego aquí y la causa del problema, sino a menudo nuestra propia actitud interior y las circunstancias externas que nos desequilibran, nos ponen tensos y "estresados". Poner límites, decir que no, pedir ayuda a los demás... a muchas personas esto les causa malestar y estrés, lo que a menudo puede provocar tensión en los hombros y el cuello. ¿Alguna vez has dicho NO o has pedido ayuda a alguien sin sentirte culpable?
Consejos:
Permítase relajarse y tomarse un descanso de vez en cuando para regenerarse. Haga algo bueno para su cuerpo y su alma.
Puede ser un paseo por la naturaleza, deporte, meditación, yoga o incluso un masaje relajante para recuperar el equilibrio. Si además desea trabajar un poco su "postura", la terapia de reequilibrio de la fascia puede ser justo lo que necesita. En el caso de estímulos de estrés recurrentes y estresantes y, en consecuencia, patrones de comportamiento/reacción similares, el coaching wingwave puede proporcionar apoyo y alivio.
Espero que haya encontrado información y sugerencias valiosas en este artículo del BLOG.
Te deseo un tiempo muy "relajado" y cambios positivos.